El aceite de coco es bueno para la salud
Sistema inmunitario
El aceite de coco puede fortalecer el sistema inmune: ácido láurico, cáprico, cápronico, cáprilico y mirístico, representando más del 70% de la composición de ácidos grasos, nos protege contra las bacterias, virus, hongos y protozoos. Este aceite se recomienda, incluso más que los de la serie Omega 3/6/9, a las mujeres embarazadas, las madres en periodo de lactancia, los lactantes que no pueden alimentarse de la leche materna y los niños, contra las infecciones y también para un buen desarrollo el cerebro y el órgano más importante del sentido, el aparato visual de los más pequeños.
El remedio natural más común contra los hongos es el ácido cáprilico, un ácido graso también presente en el aceite de coco. Gracias a este ácido, las mujeres polinesias, por ejemplo, rara vez padecen infecciones por hongos. Las investigaciónes ha demostrado que los aceites de coco saturados debilitan la acción de hongos como la Candida albicans, que se encuentran en nuestro cuerpo, especialmente en el intestino. Es recomendable consumir tres cucharadas de sopa de coco tres veces al día (con las comidas).
Ulcera gastroduodenal
El aceite de coco es un antiinflamatorio y, desde este punto de vista, entre otros beneficios para la salud, previene y calma la inflamación del tracto digestivo. Es beneficioso en el caso de la úlcera estomacal, el ácido láurico siendo el único ácido graso que puede matar Helicobacter pylori, la bacteria que en el 90% de la enfermedad es el origen de esta enfermedad. El aceite de coco se puede consumir junto con el tratamiento con otros fármacos. Puede ser útil también para las personas con la enfermedad de Crohn.
Regula la glicemia
Añadiendo el aceite de coco a su dieta, le ayudara a estabilizar el azúcar en la sangre. Asimismo, tendrá menos hambre entre las comidas, lo que es especialmente beneficioso para los diabéticos. El consumo de aceite de coco aporta también otros beneficios para las personas que sufren de diabetes y que digieren los alimentos grasos con más dificultad debido a un páncreas que secreta muy pocas enzimas y un hígado que produce menos sales biliares para el proceso de emulsificación. En este contexto, el aceite de coco, gracias a su composición en ácidos grasos, ayuda al páncreas, el hígado y la vesícula biliar, dando como resultado un proceso de digestión mejorado, una digestión más fácil de los alimentos. Otro beneficio para los que sufren de diabetes, es que un consumo constante de aceite de coco proporciona energía a las células sin la intervención de la insulina.
Próstata
El aceite de coco, debido a su composición en ácidos grasos, también tiene un efecto beneficioso sobre la hipertrofia prostática benigna, previniendo la transformación de testosterona en DHT (dihidrotestosterona), un proceso que promovería fuertemente el crecimiento de la próstata.
Pérdida de peso
En primer lugar, cabe destacar que el aceite de coco contiene 10% menos calorías que otras grasas.Luego, sus ácidos producen más energía al quemar más calorías y así inducen menos almacenamiento de grasa. Es por eso que el aceite de coco es bueno no sólo para la pérdida de peso, sino también para una mayor vitalidad. No olvidemos que es también un regulador de la glicemia y por lo tanto un buen medio para pérder peso y una fórmula ideal para conseguir la relación lipídico-muscular óptima.
Psoriasis, eczema e infecciones fúngicas de la piel
Los ácidos grasos del aceite de coco luchan contra los procesos inflamatorios, teniendo propiedades purificantes. Por lo tanto, puede cuidar la salud de la piel al consumir este aceite y aplicarlo localmente.
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